Aparece RP
El rumor creció rápidamente y se extendió por la penumbra del patio de butacas. Sobre él se escuchó con nitidez una voz firme y autoritaria que gritaba repetidamente:
-¡Alto, joven, deténgase!
Desde el micrófono y con los focos de frente Palacios apenas distinguía lo que estaba pasando en la sala. Detuvo la lectura recién comenzada, levantó la cabeza y, cuando el intruso se aproximó al escenario, no pudo creer lo que sus ojos vieron:
En este punto las opiniones de los testigos informantes discrepan radicalmente. Para unos está claro que todo estaba preparado por A & P como parte del espectáculo, dando una muestra más de su desbordante imaginación creativa, ya demostrada sobradamente a lo largo del concierto. Para otros, por el contrario, lo que ocurrió a partir de aquí fue ideado y provocado por el taimado y retorcido RP, cuya chistera de mago nigromante acababa de hacer acto de aparición en escena, con el auxilio necesario de la presunta viuda de Mompradé, naturalmente, que se había introducido poco antes de modo perfectamente calculado. Como investigador desinteresado, desapasionado y objetivo en todo este asunto, debo decir que me inclino más por esta última versión. La prueba está en el gesto anonadado de Palacios al ver aparecer por el pasillo a RP. Resulta evidente que el pobre no sabía nada. Imaginemos sus pensamientos: «¿Pero qué hace aquí este tío y disfrazado con esas pintas? ¿Dios mío, qué está pasando, que no entiendo nada?». Debo añadir aquí un dato que espero poder documentar y confirmar pronto en el Ministerio de Trabajo: en esa fecha Palacios y RP trabajaban en la misma empresa (Conservas Ópera o Conservas Isabel II, S. A. o algo por el estilo, según me han contado algunos que los conocieron en aquella época). Como aquella mañana Palacios había pedido permiso para faltar por motivos artísticos, RP debía atender el negocio necesariamente. La parálisis facial de Palacios se debe en gran parte al shock producido por la aparición de la persona que menos esperaba ver allí, la única persona en el mundo de la que estaba seguro que estaría en otra parte, porque tenía que estar en otra parte. ¿Sería un caso de ubicuidad tras un pacto con el diablo? Tratándose de RP, que proponía el espiritismo como método musicológico, todo eso y más era posible. Si Palacios y Agúndez hubieran sido los urdidores de la compleja trama, ya estarían riéndose sutilmente a carcajadas. Pero volvamos a la narración de los hechos.
Al llegar al borde del escenario, aquel esperpento vestido con frac y chistera y en las manos sendas coronas de laurel y de flores, amén de una cartera negra de cuero sobado como complemento a tanta elegancia, espetó a voz en grito lo siguiente:
-Oiga, pollo. Le ordeno que detenga esa lectura y como legítimo representante de la Sociedad Nacional de Interludios Fúnebres (SNIF), entidad que debería haber sido consultada para un evento de esta naturaleza, exijo constituirme en tribunal de apelación ante las graves sospechas de corrupción, prevaricación, amiguismo y pucherazo, entre otras irregularidades de menor cuantía cometidas en este concurso.
Palacios tardó unos segundos en reaccionar, pero viendo que el público empezaba a alborotarse y siguiendo el sensato principio de que a los locos e insensatos conviene no llevarles la contraria cuando se muestran excitados, invitó al aparecido con un gesto a que subiera al escenario. Agúndez, por su parte, entre obsequioso y cabizbajo, preparó en el lugar apropiado una de las sillas parasitarias. Finalmente RP, tras reiterar en el micro el motivo que le había traído hasta alli, pareció tranquilizarse y tomó asiento junto al presentador.
Pudo así Palacios reanudar la lectura del acta de la reunión del tribunal calificador, interrumpida por la inesperada epifanía de RP. Se trataba en realidad más bien de una nota de prensa que se hacía eco del acta del jurado. Dada la deficiente calidad de la única fotocopia conservada de tan importante documento y aunque también la reproduzco en formato gráfico, creo conveniente realizar una transcripción de la misma.
La “Academia de Educación Sentimental Agúndez-Palacios” por medio del presente comunicado da a conocer a la opinión pública el resultado del I Concurso Internacional de Marchas Fúnebres para Tecla:
– Premio a la Marcha Fúnebre PUM presentada por D. Adolfo Núñez.
– Mención Especial para la Marcha Fúnebre para pianoforte presentada por Dña. Victoria Yepes, Vda. de Mompradé.
– Destacar las dos obras presentadas fuera de concurso por su alto nivel artístico: Marcha Fúnebre para piano gran cola, un pianista y uno o dos manipuladores presentada por D. Juan G. Pistolesi y Marcha Fúnebre para una sota de corazones presentada por D. Daniel A. Zimbaldo.
El Jurado estaba compuesto por:
D. José Luis Turina (compositor), como Presidente.
D. Jorge Fernández Guerra (compositor y crítico musical).
Dña. Menchu Mendizábal (pianista).
D. Fernando Palacios y D. Antonio Agúndez (directores de la Academia de Educación Sentimental Agúndez-Palacios).
El Jurado fue auxiliado por Dña. Ana Serrano (musicóloga) como Secretaria.
La obra premiada, así como la que fue objeto de mención especial, será estrenada el jueves 10 de Marzo en el Concierto que el Aula de Música de la Academia de Educación Sentimental Agúndez-Palacios ofrecerá dentro del Festival de la Libre Expresión Sonora en la Facultad de Bellas Artes bajo el epígrafe general de “Músicas de Cuita”.
Durante la lectura del acta a cargo de Palacios, el desaliñado RP no paraba de hacer gestos, sonarse las narices, aplaudir, etc.
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