El número 9
En la época que vivió el Greco el asunto de la música angélica y el canto del Gloria en las artes visuales sobrepasaba con mucho el interés meramente decorativo o ilustrativo. Nos servirá de ejemplo un grabado de Jan Sadeler sobre diseño de Maerten de Vos realizado en Munich en 1587.
Representa la escena del anuncio a los pastores (parte baja), pero nuestro interés se centra sobre todo en los nueve ángeles de la parte superior, que sostienen nueve particellas. El número nueve no es caprichoso, sino que se remite a las nueve jerarquías angélicas descritas por el misterioso Pseudo Dionisio a comienzos de la Edad Media: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Virtudes, Arcángeles y Ángeles. (Véase una excelente ilustración coloreada en un impreso de 1493).
Esta división novenaria de los ángeles ya había sido plasmada en música terrena –aunque de forma a mi entender divina– por Johannes Ockeghem en un famosísimo motete formado por cuatro cánones a nueve voces cada uno, o sea, en total:36 voces, que suena de esta manera. Tal hazaña es la que se representa en esta miniatura reproducida en todas las historias de la música. Fijémonos en dos detalles:
los cantores son exactamente nueve y el texto escrito en la partitura dice “Gloria in excelsis Deo”. En definitiva: se trata de la música de los ángeles interpretada por músicos humanos.
En 1650 el sabio jesuita Athanasius Kircher publica su famosa Musurgia universalis, en cuya portada incluye un Canon angelicus 36 vocum in 9 choros distributus, del compositor Michele Romano, sobre el texto Sanctus, sanctus, sanctus. El resultado sonoro es mucho menos interesante desde la perspectiva musical, aunque quizás represente mejor la imagen de un dios inmóvil, inmutable y eterno. Todavía en años posteriores el canon fue vuelto a publicar por Johan Kruger y Juan Caramuel, lo que demuestra no solo su éxito, sino también la pervivencia de una idea profundamente medieval. El asunto fue estudiado magistralmente por Edward Lowinsky en 1969 en un trabajo modélico: Ockeghem’s Canon for Thirty-Six Voices: An Essay in Musical Iconography.
A propósito del número nueve angélico en la pintura del Greco señalaré un detalle, aunque quizás se trate solo de mera casualidad. En varios cuadros de la Anunciación o el Nacimiento los ángeles músicos aparecen en grupos de 9. Creo que el hecho no debe de tener mayor sentido simbólico, puesto que en otras versiones de las mismas escenas no se mantiene ese número. Queda dicho, sin embargo, por si alguien quiere indagar en esa dirección.
Volvamos al grabado de Jan Sadeler. La prodigiosa nitidez de la plancha permite que la música pueda ser leída sin vacilaciones. Su autor es el flamenco Andreas Pevernage, que a la sazón era maestro de capilla de la catedral de Amberes. Suena más o menos de esta manera.
Estimado Pepe Rey:
Mi más sincera enhorabuena por este trabajo. Asistí al Simposio sobre El entorno musical del Greco, y pude disfrutar de su comunicación (y seguir haciéndolo a través de esta página web). Mis felicitaciones, porque creo que su comunicación fue la que captó más en esencia el objetivo que se proponía el Simposio, además de cubrir las expectativas de los que participamos de él. Considero que su trabajo ha sido un magnífico ejercicio de síntesis entre las artes plásticas, la música y la poesía.
Estaré atentá a ese «Continuará» que nos propone como fin de esta página.
Un saludo
Comentario por María Castañeda Tordera — 4 de febrero de 2014 @ 18:49
Gracias, María. Continuaré inmediatamente, ya lo verás.
Comentario por Pepe Rey — 4 de febrero de 2014 @ 19:20
Querido Pepe:
Tus fans estamos esperando con auténtico ardor el final de este magnífico canto de ángeles.
Acostumbrados a la música infernal callejera ¡¡no sabes lo que se agradece el poder escuchar, al fin, auténticos coros angelicales del pasado!! Llevo una semana sin dormir esperando el desenlace de toda esta música celestial y… no llega ¿Que tendrá el Facebook que tanto entretiene a la juventud ya sea física o espiritual?
Los mayores también necesitamos alimento espiritual ¡ten piedad de nosotros!
Y Enhorabuena por esta preciosa y detallista exposición!!
Te deseo un afinado canto celestial
Comentario por Ana Torroba — 10 de febrero de 2014 @ 18:01
Gracias, Ana. Pero duerme tranquila, mujer, que todo se andará. La ansiedad es fatal para el sistema nervioso y, por el contrario, la paciencia es una virtud que conviene ejercitar y poner a prueba.
Comentario por Pepe Rey — 10 de febrero de 2014 @ 19:07